Cuando uno gana un premio grande en un sorteo como el de Euromillones, se le acumulan las ideas para gastar el dinero que lo convierte en millonario.

Pero a veces, se ocurren ideas más prosaicas. Es lo que le ocurrió a la británica Ruth Giblin y a su marido Robert, que ganaron en julio del año pasado un millón de libras esterlinas (casi 1,2 millones de euros).

Desde entonces, llevaron a su hijo de 17 años y a su hija de 14 de viaje a Italia, pagaron su hipoteca, visitaron Londres y se dieron el gusto de tener su primer perro, un schnauzer miniatura llamado Rohan.

El ganador de 2.000 millones en la lotería gasta una cantidad enorme cada día para garantizar su seguridad

Pero Ruth, de 45 años, comenzó con una compra más mundana. Ella dijo: "Soy una persona práctica, lo primero que gasté fue una revisión de la vista y unas gafas", recoge el Mirror.

Al tratar de resumir el primer año de la pareja como millonarios, Ruth dice: "Todavía tengo momentos de pellizco y algunos días vuelvo a cuando no podíamos pagar mucho. Recuerdo que no quise pagar un viaje en góndola en Venecia porque costaba 80 euros. Parecía un poco una estafa".

Ruth todavía trabaja como supervisora de un centro de ocio en Telford, Shropshire, mientras que Rob, de 49 años, renunció a su trabajo de ingeniería, pero ahora se está capacitando como asistente de enseñanza.